Imagina que te quedas
solo en una isla desierta durante un año y pudieses tener agua y otra comida.
Elige, entre las siguientes opciones, la que piensas que serÃa la mejor para tu
salud (no importa cuales te gustan):
Cereales
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Brotes de alfalfa
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Perritos calientes
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Espinacas
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Melocotones
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Plátanos
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Chocolate con leche
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Un profesor de
psicologÃa de la universidad de Pensilvania, Paul Rozin, hizo la misma pregunta
y obtuvo como resultado que el 42% de la gente eligió plátanos, el 27%
espinacas, el 12% cereales, 7% brotes de alfalfa, 5% melocotones, 4% perritos
calientes y un 3% chocolate con leche. Tomando los datos obtenidos para la
misma pregunta realizada a través este blog y de la red social Facebook, los
resultados de la misma han sido muy similares, destacando la elección de
plátanos por un 41% de los encuestados, seguida por el 22% para los brotes de
alfalfa y 19% de cereales. A la cola ha quedado también el chocolate con leche
y los perritos calientes (7 y 3% respectivamente).
Es decir, que
sólo el siete por ciento de los encuestados por el profesor Rozin y el diez por
ciento de los que han respondido aquà o en Facebook, han escogido un alimento
que verdaderamente alcanzara las calorÃas y todos los nutrientes realmente
necesarios para poder resistir a un largo perÃodo de tiempo, y no son los
brotes de alfalfa, ni las espinacas o los melocotones, que no aportan
suficientes calorÃas, sino los perritos
calientes y el chocolate con leche.
Estos dos productos, principalmente de origen animal (la leche en el caso del
chocolate con leche), aportan proteÃnas y grasa, dos nutrientes esenciales que
serÃan deficientes en el resto de alimentos ofrecidos. En general, los perritos
calientes proporcionarÃan todos los nutrientes necesarios, suficientes
proteÃnas y un balance óptimo de aminoácidos, lo que indica que serÃa la opción
más adecuada para sobrevivir durante un año en las condiciones citadas.
Pero además de
esta pregunta, en la encuesta original se hicieron algunas más como:
- ¿Estás de acuerdo con la afirmación: a pesar de algunas excepciones, la mayorÃa de los alimentos son buenos o malos para la salud?
- ¿Qué dieta es más sana (ambas tienen el mismo número de calorÃas):
-
una dieta totalmente sin sal o una dieta con una
pizca de sal todos los dÃas?
-
una dieta sin grasa o una dieta con un poco de
grasa cada dÃa?
- ¿Qué tiene más calorÃas:
-
10 g de chocolate o 50 g de pan?
-
1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen
extra o media cucharadita de manteca de cerdo?
Las respuestas
dadas a estas cuestiones siempre van en el mismo sentido. Un gran número de
personas responderá que sà está de acuerdo con la existencia de alimentos
buenos y malos, al igual que mucha otra elegirá las opciones sin y dirá que tienen más calorÃas los
10 g de chocolate o la manteca.
La sal y las
grasas son una parte esencial de nuestra dieta que confieren beneficios para la
salud siempre que se administren en las cantidades adecuadas. En cuanto al
ejemplo del chocolate y la manteca, la confusión entre densidad calórica e
ingesta calórica lleva a mucha gente a asumir que los alimentos malos siempre tienen más calorÃas que
los buenos, independientemente del
tamaño de la ración, dando lugar a excesos energéticos.
Todos hemos
crecido con estereotipos como la creencia de que la proteÃna es buena y la
grasa es mala, por lo que poca gente elige los perritos calientes para
comer durante un año, porque los perritos calientes no son saludables o
engordan. Esta tendencia a clasificar los alimentos en los que son buenos o
malos para la salud trae consigo un esquema de comida buena y comida mala.
En general, se tiende a pensar que los alimentos buenos son los que son bajos en calorÃas y completos en nutrientes,
mientras que los alimentos malos son
deficientes en nutrientes, ricos en calorÃas y otros componentes poco
saludables para el corazón. El principal problema que se presenta con este
pensamiento categórico es que se tiende a evitar los alimentos malos que, en realidad, suelen ser esenciales
en pequeñas cantidades, pudiendo llegar a producirse deficiencias nutricionales
que son capaces de desembocar en patologÃas graves. Asimismo, la obsesión con
la comida considerada saludable, ortorexia, puede llevar a estados de
desnutrición y, en casos graves, a la muerte por inanición.
En definitiva, no existen alimentos buenos o malos, lo que determina la salubridad de un alimento es la cantidad y la frecuencia de su consumo. Esto ha sido un ejemplo de que nuestros conocimientos y actitudes determinan nuestras creencias sobre lo que es saludable o deja de serlo, en este caso acerca de la comida, aunque también es aplicable sobre otros contextos.
Muy didáctico Rodri. Me gusta mucho. Enhorabuena. Fede
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